martes, agosto 11, 2015

Malditos dinosaurios

Como todo es cíclico ya están aquí de nuevo los malditos dinosaurios, cual las oscuras golondrinas de Bécquer. Que no digo yo que esté mal, yo soy el primero que disfruta viendo a estas antiquísimas bestias bramando y haciendo de las suyas, lo que pasa es que esta película ya nos la habían contado.

Como ya había pasado antes, a alguien le pareció que sería una buena idea traer de nuevo a los malditos dinosaurios al mundo. Pero claro, estos animales habitaban un entorno idóneo para ellos, habían crecido en él, estaban perfectamente adaptados a él y eran los dueños de su mundo. Ahora, por los cuatro listos de turno, se ven traídos a la fuerza a un mundo que no es el suyo, para vivir encerrados en un entorno mucho más estrecho y bajo unas normas que ellos, los antiguos amos de la Tierra, no habían dictado. Y claro, como animales que son, como malditos dinosaurios, se cabrean y la lían parda: rompen todo lo que les limita, se meriendan a unos cuantos infelices y pisotean a otros tantos.

Y ahora a ver quién es el guapo que va y les dice que no, que este ya no es su mundo y que tienen que adaptarse a lo que hay, que tienen que someterse y ser personas, como si en sus cerebros primitivos entrasen conceptos como "convivencia pacífica" o "consenso". Si se pudiera hablar con ellos lo que dirían es: "¡Pero tío, que soy un maldito dinosaurio! ¡Si no me gusta lo que hay arraso con todo y punto!".

Porque otra cosa no, pero si algo tienen los malditos dinosaurios es que son muy poderosos, y el poder no atiende a razones. Y así van, cargándoselo todo y a todos para ir poco a poco dejando el mundo como un solar, como una selva donde sólo ellos dicten la ley. Y los humanos, los pobres tontos que los trajeron a la vida, se vean reducidos a carroñear las sobras de los malditos dinosaurios, y no te quedes mucho a la vista a ver si vas a ser el postre.

El final previsible y triste de la historia, porque como dije al principio todo es cíclico, y lo que ocurrió antes volverá a ocurrir, es que la única esperanza de los pobres tontos que trajeron de vuelta a los malditos dinosaurios es aliarse con otros malditos dinosaurios que sientan pena de ellos para que, ya que nunca volverán a ser los reyes de la creación, al menos tengan su sitio en este nuevo viejo mundo, poder rebuscar en las basuras sin que se los coman demasiado y, por si acaso, no levantar mucho la voz.

Termino este post con algo que no tiene nada que ver: no he visto Jurassic World, pero viendo el tráiler deduzco que es como aquel chiste de Padre de Familia en el que Peter decía: "he escrito un guión de una película, es igual que Tiburón pero al final, cuando están luchando el tiburón y los tíos del barco, aparece otro tiburón más grande y entonces los del barco y el primer tiburón se tienen que aliar contra él: la voy a titular Supertiburón".

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