lunes, diciembre 07, 2015

Carta abierta a Pablo Iglesias

Querido Pablo:

Se acercan las elecciones generales y es mi temor y el de muchos jóvenes el ver que las encuestas marcan como favorito al Partido Popular. Sé que has repetido una y otra vez que si fuera por las encuestas, Podemos no tendría ni un eurodiputado, ni Carmena o Colau serían alcaldesas; pero permíteme que apostille un par de cosas.

En aquel entonces, había un clima muy diferente al de ahora: los escándalos de corrupción eran el pan nuestro de cada día, la gente estaba enfadada, muy enfadada y decepcionada con nuestros dirigentes; pero también había ilusión por hacer un gobierno de la gente, no sabíamos si sería mejor o peor, sólo sabíamos que, al menos, sería nuestro.

Ahora el ambiente es totalmente diferente: los candidatos se pasean por los programas de televisión (que ya no hablan de Bárcenas ni de las tarjetas Black) para competir a ver quién es más guapo y más enrollado; y en ese juego de hacer como si no pasara nada, de tranquilizar a la población, el PP os lleva mucha ventaja (concretamente 40 años de dictadura y propaganda franquista).

Permíteme retrotraerme al origen de Podemos: el 15-M. Aquel movimiento se definía por la palabra "indignación", la indignación de la gente por darse cuenta de que nuestros representantes no nos representaban.

Por más que los medios conservadores os llamen agitadores y provocadores, es ése precisamente vuestro deber: remover, incomodar, porque el que está incómodo se pone en pie, y el que se pone en pie se mueve. Os acusan de agitadores, pero con la que está cayendo tendríamos que estar muchísimo más enfadados.

Más de una vez te han dicho que tienes que relajar ese ceño siempre fruncido, pero yo digo que no es hora de relajarse sino de fruncir mucjos ceños; no es hora de soñar con guapos candidatos sino de despertarse y abrir los ojos para ver que el empleo es cada día más precario, que hemos perdido en derechos y en bienestar a costa de engordar aún más las cuentas de los privilegiados.

Te haces un flaco favor a ti y a nosotros (los ciudadanos) jugando al mismo juego que ellos (la casta). Ellos juegan a la "tranquilidad", al "cambio sensato"; tú tienes que ir al contragolpe, a destruir su juego, a mostrar que tras su brillante fachada lo que hay es el viejo juego de trileros con los bancos y las grandes empresas. En este "tiempo de descuento" pitado por Rajoy, dejarte llevar por su juego es entregarles el partido.

Es hora de incomodarse, de ponerse en pie, de moverse y de hacer algo. Es la hora de devolver España a su gente. Es la hora del cambio.

No hay comentarios: