jueves, junio 05, 2008

RUTINA

Esta mañana he vuelto a resucitar
como cada día.

He salido de mi mortaja y
me he pasado por agua, pero hoy
tampoco he segado los pastos de mi rostro.
He asesinado a un bollo a mordiscos,
me he disfrazado de persona,
he llamado al ascensor -otro sarcófago-
para bajar a pisar cemento
como mis semejantes,
como cada día.

Apuesto que estoy pisando
las huellas que dejé ayer,
anteayer, el martes, el otro día, el mes
pasado.
Pero la calle no se ablanda
por más que la piso.

Como cada día,
buceo entre papeles -madera muerta-
contemplando peces de tinta
que se persiguen
inútilmente,
sin moverse,
como cada día.

Y he buscado.
He indagado en el mayor misterio
-había que intentarlo-;
algo he aprendido de las paredes:
a callar, y a guardar.

Y he vuelto a mi madriguera
como cada día.
Y cuando las horas últimas
agonizan,
vuelvo a mi tumba,
a esperar a que el sueño me mate
pues mañana ya no seré yo,
lo mismo que ayer fui otro.

Como cada día.

No hay comentarios: